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Cinco KPIs clave para impulsar la gestión eficiente de los cobros y pagos en las pymes

Establecer una política de cobros y pagos que permita garantizar una tesorería óptima en las pymes es estratégico para impulsar el crecimiento del negocio.

Saber lo que se ingresa y cuándo, lo que se gasta y dónde y los diferenciales entre ambos conceptos permite a la organización minimizar su riesgo de morosidad y planificar con antelación sus movimientos económicos (inversiones, préstamos, ventas, etc.)


Las pequeñas y medianas empresas deben optimizar sus operaciones de cobro y pago para garantizar su seguridad financiera. La tesorería es una de las disciplinas sobre la que las pymes deben incidir con más detalle en sus procesos de gestión. Por ello, conocer lo que cuesta su estructura de financiación, es decir, los intereses devengados de sus líneas de crédito o préstamos a corto y largo plazo, por ejemplo, o analizar sus procesos de cobro para reducir el margen entre la fecha de vencimiento del cobro y su fecha de valor, son solo algunas de las cuestiones que estas compañías deben tener en cuenta.

La gestión de los procesos de cobros y pagos

En este sentido, podemos identificar algunas de las KPIs más relevantes a la hora de controlar la gestión de los procesos de cobro y pago en las pymes:

  1. Analizar la capacidad de endeudamiento de la organización, siempre con la mirada puesta en salvaguardar la liquidez.

  2. Evaluar los medios y sistemas de cobro, evitando en la medida de lo posible, aquellos en los que la iniciativa absoluta recaiga sobre el cliente.

  3. Revisar las condiciones de venta a los clientes para establecer condiciones personalizadas en función de la relevancia y solvencia del propio cliente.

  4. Asegurar que el flujo de caja está siempre en positivo, o sea, que el crédito que se da a los clientes no supere en ningún caso el crédito que los proveedores proporcionan a la empresa. Esta es la manera de evitar la pérdida de liquidez en las operaciones.

  5. Cuantificar el porcentaje de cuentas que no se han cobrado y establecer un perfil sobre el cliente y las condiciones que provocan los impagos a fin de mejorar las políticas de cobro, incluyendo acciones que mejoren el proceso.

En todo caso, es importante apoyarse en la tecnología para digitalizar los procedimientos de gestión de cobros y pagos. Con ello, las pymes agilizan el proceso, garantizando la solvencia de todas las acciones, minimizan el riesgo de impagos y mantienen siempre sobre la línea de flotación la liquidez del negocio”.


Así, tener un control eficaz de la tesorería permite controlar lo que nos deben y lo que debemos, por lo que un adecuado control de esta área nos permite “prevenir en vez de curar”, minimizar los riesgos de descubierto, optimizar las posiciones de tesorería y un largo etcétera de ventajas que las pymes no deben desaprovechar.

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